ruta a las Cascadas del Purgatorio

DIFICULTAD

Fácil

DISTANCIA

15 Kms

DESNIVEL

312 m

TIEMPO APROX.

4 horas

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Cruzaremos el río Lozoya por el llamado Puente del Perdón, construido a mediados del siglo XVIII en Sillería de Granito con tres arcos de medio punto. Cuenta con una vieja leyenda, durante el siglo XIV el Valle del Lozoya pertenecía al Concejo de Segovia, Sexmo de Lozoya y los Quiñones impartían su ley por estos lares. Los reos que eran condenados, se les conducía hacia la llamada casa de la Horca a unos 5 Km del Paular, antes de dicha partida se les revisaba la sentencia y a los que se les condonaba la pena los dejaban libres en dicho puente y cruzaban el río libremente.

Justo frente al aparcamiento del Monasterio del Paular tenéis el arboreto Giner de los Ríos donde hay catalogadas alrededor de 200 especies de árboles de Europa, Asia y América

Una vez cruzado el puente, dejaremos a la izquierda el campamento juvenil del Paular, caminamos por carretera asfaltada hasta el Área Recreativa de las Presillas, zona de ocio que en época estival hace las delicias de todo aquel que se acerca por la excelente calidad de sus aguas para el baño. Seguiremos más adelante hasta la próxima bifurcación que tomamos a la izquierda, vamos viendo una exuberante vegetación pudiéndose distinguir el Pinar, Quejigar, Fresnedas, Enebrales, Encinares y vegetación ribereña.

En unos 500 metros vemos el arroyo de Aguilón y paralelos a él nos conduce hasta las Cascadas del Purgatorio, en la zona tenemos praderas con bulliciosas pozas. Proseguimos hasta una puerta adosada a una tapia en una finca particular, La cual dejamos a nuestra izquierda y vemos un puente que al regresar nos llevara al lugar de inicio, continuamos sin cruzarlo y penetramos en el territorio del pino silvestre. Esta zona del pinar nos acerca a la cascada y mientras tanto iremos viendo un rosario de pozas, cascadas y saltos de agua.

En breve llegamos a la primera cascada sorteando un diminuto montículo de piedras, hay un mirador de madera para observar dicha cascada. Para los más osados existe una segunda cascada a la cual podréis acceder con una pequeña trepada en un paredón rocoso de 10 metros, aconsejamos hacerlo con calzado adecuado y preferiblemente un día que no haya llovido para mayor seguridad. Esta segunda cascada es más bonita que la primera simulando una cola de caballo.

El camino de regreso lo emprendemos por la misma ruta que traíamos remontando por el arroyo, ahora ya en continuo descenso llegaremos de nuevo al Monasterio de Santa María del Paular.

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