Juegos Populares – La Rayuela

Seguimos recordando esos juegos populares que hacían disfrutar, hace tiempo ya, a una generación en donde la imaginación y las ganas de divertirse era lo único necesario. Entre la multitud de juegos, una de los más populares, sobre todo para las niñas, era la Rayuela. Este juego permitía ser practicado en cualquier lugar, sólo necesitabas saber saltar a la pata coja, buena puntería, una tiza y una piedra plana.

Este juego era una entretenimiento para todas las edades, además  ayudaba a mejorar el equilibrio y la coordinación de movimientos.

Se considera que la Rayuela viene de la Europa renacentista, hace unos cinco siglos. Se dice que se desarrolló en base al libro de Dante Alighieri, La Divina Comedia, donde el personaje debe atravesar 9 niveles para lograr llegar al paraíso, saliendo del purgatorio. Este juego se expandió por varios países y se convirtió en un popular juego infantil.

El tiempo de juego dependerá de la cantidad de participantes y lo que tarden en pasar por todas las casillas sin fallar. Lo primero y principal para iniciar este juego es tener el esquema de la Rayuela en el suelo. Para ello se necesita una tiza y se dibuja el diagrama, agregando cada uno de los números y delimitando el espacio de “la tierra” y el “cielo” con un semicírculo. Hay que tener en cuenta que los tamaños de los cuadros pueden ir variando según la edad de los participantes. También puedes utilizar tizas de diferentes colores para agregarle variedad al diseño.

Primero ubica a los jugadores según el orden de participación, puede ser con una fila para que cada quien espere su turno y sepa quién va después. Todos están situados en el espacio delimitado como “tierra”. El primer participante tomará la piedra plana y la apuntará hacia el primer cuadro de la Rayuela. El cuadro en el que se ha lanzado la piedra se denomina “casa” y no puede ser pisado por el jugador. Empezará a saltar con un pie cuando haya una sola casilla o dos pies si se trata de una casilla doble. El objetivo es pasar por cada uno de los cuadros, ida y vuelta, sin salirse del esquema y sin pisar las líneas, omitiendo la casilla en la que se encuentra la piedra. El jugador debe llegar hasta el “cielo” y cuando va de regreso a la “tierra” debe recoger la piedra de la casilla sin perder el equilibrio.

Si alguno de los jugadores pisa alguna de las líneas, perderá el turno y seguirá el próximo participante. Cada jugador tiene tres turnos para lograr acertar en cada uno de los cuadros que irán de manera numeral ascendente. Al volver al próximo turno, cada jugador debe reanudar el juego desde la última casilla en la que había fallado. El único espacio donde se puede descansar es una vez llegado al “cielo”. La primera persona en completar todo el recorrido, será quien gane el juego.

Un juego sencillo pero muy entretenido y animado, el cuál dejaba su huella por las calles dotándolas de alegres colores que hacían inevitable pasar saltándolo cuando te encontrabas con uno de ellos.