Boletus edulis, nombre latín de seta comestible, conocida en España como hongo blanco, hongo pambazo, seta calabaza, seta de calabaza o simplemente calabaza. Caracterizado en grandes fructificaciones de sombreros de hasta 25 cm de diámetro, cutícula adosada, lisa y rugosa, brillante y algo viscosa con la humedad, tonos pardos y margen claro. Tubos libres, de blancos a amarillo-verdoso. Sus poros isodiametricos y concolos con los tubos, no mutan o poco azulado-verdosos al manipularlos en algún ejemplar y más con la humedad. El pie macizo 20×0,8 cm, cilíndrico a caviforme y blanqueado a modo pardo, con retículo apical de finas mallas poco marcadas y blanquecinas.
Carne tierna, espesa, blanca, pardo-rojiza bajo su cutícula, olor agradable y sabor dulce. Eclosiona principalmente en suelos ácidos a finales de verano y todo el otoño (también pueden verse en la primavera, en años excepcionalmente húmedos).
Su hábitat se localiza en bosques de coníferas, (Picea, Abies, Pinus) y caducifolios, (Quercus, Fagus, Castanea). Se considera uno de los boletos mas apreciados por sus cualidades gastronómicas. Su uso esta en pleno auge en España y ciertos meses al año pasamos de exportar a importarlos, al ser usados en la nueva cocina mediterránea española, junto a la reciente popularidad y divulgación entre la población.
En definitiva, toda una joya culinaria en nuestros bosques, de la cual hay que hacer un uso racional, teniendo conciencia medioambiental.
Texto y foto: Fernando Iglesias Olea.
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